viernes, 2 de julio de 2010

LILA SE FUE AL CIELO DE LOS PERRITOS

Lila, esta hermosa dalmata, se perdió hace unas semanas atrás, todos estabamos muy contentos porque apareció, hoy me contaron que cuando se extravió la mordió una jauria, por lo que estuvo en la Clinica y lamentablemente falleció.
Encontré en la web este extracto de un libro llamado Hablando con el cielo de James Van Praagh y hoy se lo dedico a Lila y a tantos otros callejeritos que mueren cada día, esperando un hogar o alguien que los ame.
Nuestras mascotas van a un cielo, un tipo físico de mundo muy hermoso: el mismo que ocupamos los humanos. Cuando fallece un animal, salen a recibirlo los seres humanos (uno o varios) con quienes mantenía una buena relación en la tierra. Si no hay nadie disponible, si el animal no compartió su experiencia terrenal con un humano, a menudo lo reciben cuidadores de animales, almas generosas que cuidan de nuestras mascotas hasta que alguien con quien mantuviera fuertes lazos afectivos se reúna con él en el mundo espiritual.
Con toda probabilidad esos cuidadores son personas que, en la tierra, adoraban a los animales. Es bastante común que el animal recientemente fallecido regrese a su residencia terrenal con toda probabilidad se sentará en la misma silla, dormirá en el mismo sitio y te observará con toda atención. Recuerda la bondad y el amor que recibió de ti en la tierra, a menudo volverá para velarte y protegerte.
Jimena fuerza muchas Lilas esperan por tu ayuda

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